Frigoríficos combis

Ser más eficiente con un frigorífico combi es sencillo. Opta por modelos de categoría A o superior para ahorrar energía, e instálalo lejos de una fuente de calor. Selecciona la temperatura adecuada para el frigorífico y el congelador y reduce todo lo que puedas la apertura de las puertas. Organiza correctamente los alimentos en el interior, dejando espacio entre ellos para que las corrientes de refrigeración circulen. Por último, evita meter alimentos calientes.

Antes de comprar un frigorífico combi debes asegurarte de que el suelo donde va a descansar está nivelado. Así, se garantiza una instalación horizontal. Es importante que dejes espacio suficiente para que puedas abrir y cerrar la puerta del frigorífico con facilidad.

En caso de que vayas a comprar un frigorífico integrable también tendrás que tener en cuenta la anchura mínima del nicho y la profundidad recomendada para ese combi.

Si tu nicho es pequeño, sustituye tu antiguo electrodoméstico integrable por uno de libre instalación. Puedes colocar un horno multifunción con vapor y un módulo de calentamiento en el hueco que queda libre o aprovecharlo para almacenamiento.

Puerta deslizante: el frigorífico se instala dentro de un mueble que también lleva su puerta y sus bisagras. Ambas puertas, frigo y mueble, se unen a través de unos componentes deslizantes que permiten que la puerta del frigo deslice sobre la puerta del mueble y se abran al mismo tiempo.  

Puerta fija: la puerta del mueble se instala y se fija directamente sobre la puerta del frigorífico (mueble sin bisagras), quedando completamente unidas. El ángulo de apertura es mayor y la puerta puede soportar cargas más pesadas.

Puerta fija con cierre amortiguado: en este caso, la bisagra incorpora un amortiguador que asegura un cierre hermético y seguro para evitar las pérdidas de frío.